Íbamos por un sendero ascendente escalando un pico,
a medio camino de la cima, sin esperar nada...
En una cornisa de piedra un pequeño pabellón aparece,
es el alojamiento perfecto detenido en el tiempo
Desde los aleros, sinuosamente, flores azules se derraman,
el interior está provisto de una mesa de piedra y un banco
Pequeñas golondrinas han hecho allí su residencia de verano,
reciben y despiden a los huéspedes piando de alegría
De pronto, desde la cima, una nube
deja caer cristalinas gotas de agua de lluvia
Cómodamente instalados admiramos las proximidades,
y satisfechos, en nuestra mente, recreamos lo sucedido
Aquel amistoso y pintoresco escenario natural invitaba
a una cómoda, agradable y cálida jornada
Traducción de Xena
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